[Relato Corto]
Una notificación en el móvil
hizo que Raúl, el padre de familia, se acercara a la puerta
principal de la casa unifamiliar. Se cercioró, mirando por la
mirilla, que la compra estaba al otro lado y que el repartidor ya se
hubiera ido. Se colocó la mascarilla y los guantes, abrió la puerta
y fue llevando las bolsas de la compra semanal poco a poco hasta la
cocina.
-¿No
ha salido el niño del colegio todavía?.- preguntó
el abuelo desde su butaca.
-Tiene
que estar al salir, ya son las dos.- respondió
Raúl
señalando al reloj en la
pared mientras volvía a
la entrada a por más bolsas.
Antes
de que terminara la frase la puerta del cuarto de Lucas se abrió
bruscamente y una pequeña saeta rubia apareció corriendo en el
salón.
-Abu,
tengo que hacer una...
-Lucas,
¿desde cuándo no ves al abuelo? ¿No lo saludas correctamente?
-Sí,
perdón… Buenas tardes abuelo.- respondió
Lucas obediente al mismo tiempo que le
acercaba su codo.
El
abuelo, sonriente, hizo lo propio con el suyo y los chocaron
brevemente.
-No
le regañes. Normalmente nos saludamos en el desayuno, pero hoy se me
han pegado las sábanas y no nos hemos visto hasta ahora, así que la
culpa es mía.- zanjó el tema
el abuelo.- ¿Qué es lo que tienes que hacer?
-Tengo
que hacer una entrevista a un personaje histórico y te he
elegido a ti.