Foto de Vanessa Pike-Russel |
-¿Qué sucede?.- le respondió su padre, aún adormilado, buscando las gafas en la mesita de noche.- Son las seis de la mañana, ¡y es domingo!
-Anda Sandrita, querida, duermete un ratito.- añadió la madre sin volverse.
La pequeña niñita pelirroja, con su pelo indomable, más aún a esas horas de la mañana, dejó de saltar y miró a sus padres intrigada.
-Pero, ¿es que no sabéis que día es hoy?
-Domingo, ya te lo he dicho. ¡Y hoy no hay que trabajar, ni ir al colegio! ¡El único día que puedo levantarme tarde!.- respondió el padre, tapándose la cara con la almohada, un signo inequívoco de lo que realmente quería era tapársela a la niña.
-No... me refiero a que día del año.- respondió tranquilamente Sandrita.
-uffff.....catorce de Marzo, y no es ningún día especial.- dijo el abnegado padre desde debajo de la almohada.
-Anda Sandrita, querida, duermete un ratito.- añadió la madre sin volverse.
La pequeña niñita pelirroja, con su pelo indomable, más aún a esas horas de la mañana, dejó de saltar y miró a sus padres intrigada.
-Pero, ¿es que no sabéis que día es hoy?
-Domingo, ya te lo he dicho. ¡Y hoy no hay que trabajar, ni ir al colegio! ¡El único día que puedo levantarme tarde!.- respondió el padre, tapándose la cara con la almohada, un signo inequívoco de lo que realmente quería era tapársela a la niña.
-No... me refiero a que día del año.- respondió tranquilamente Sandrita.
-uffff.....catorce de Marzo, y no es ningún día especial.- dijo el abnegado padre desde debajo de la almohada.