Es común en el lenguaje coloquial usar las palabras fulano y mengano para referirse a personas indeterminadas de las que se desconoce el nombre pero que no aportaría nada a lo que se está contando. Por ejemplo: "El profesor empezó a llamar uno a uno a los alumnos, fulano, mengano... fueron entrando de uno en uno y cuando llegó al final yo seguía allí esperando. ¡No estaba en la lista!".
Fulano, Mengana y zutanita (de mark byzewsky) |