Origen: Minuto

En esta vida moderna controlada por el reloj no podemos dejar de hablar de horas, e incluso de minutos en nuestro día a día. Aunque la división del día en horas ya daría para un artículo completo, me gustaría centrarme en la palabra minuto.
Minuto, Minuta, origen
Tiempo (de David Goethring)


Recientemente, en el trabajo, recibí un correo con el siguiente título en inglés: "Meeting minutes", que viene a significar "Minutas de la reunión". Para ser sincero, yo conocía la acepción de "minuta" referente a los honorarios que presenta un profesional liberal por su trabajo, es decir, la factura del abogado. ¡¿Qué tengo que pagar qué?! me pregunté al leerlo.

Obviamente, existe otra acepción de minuta que se refiere a un resumen o borrador de un escrito, y a esa era la usada en el correo electrónico. Fin del susto, pero, como siempre, me pregunté que tendría que ver con su masculino "minuto", máxime cuando en inglés se usa la misma palabra para ambas, la unidad de tiempo y el resumen.

Afortunadamente, el origen latino de la palabra en ambos idiomas nos permite trazar el origen y ver cómo se pasó de "resumen" a "unidad de tiempo".




De entrada, el significado de minuta en latín es claro: pequeño

La palabra minuta la podemos encontrar en el latinismo:

Peccata Minuta, que literalmente significa "pecado pequeño" o en un sentido figurado "falta leve"

o en biología, en el nombre científico del reputado Chanquete:

Aphia Minuta. Una de sus características principales es la de ser muy pequeño

De acuerdo, hasta el momento tenemos que minuta, en latín, significado pequeño, pero, ¿qué tiene que ver esto con la medida del tiempo?

Para responder a esto tenemos que ponernos en la piel de esos romanos que median el tiempo. De entrada medir una hora ya les era complicado ya que, por definición, corresponden 24 divisiones, 12 para el día y 12 para la noche. Un momento. ¿El día y la noche duran 12 horas cada uno? ¿todo el año? Ahí tenemos el primer problema. La duración de una hora no era la misma durante todo el año, se aquilataban para que las 12 cupieran en el periodo diurno. 

Básicamente la hora 1 era justo cuando amanecía y al final de la hora 12 era justo cuando anochecía. Por cierto, la mitad del día era obviamente la hora seis (sextum en latín) y es el origen de la palabra siesta: lo que se hace a la hora seis.

Volviendo a las horas y a los minutos: tenían una hora ya bastante complicada de definir, y cuando les surgió la necesidad de definir los minutos y los segundos, se complicaron poco la vida, llamándolos de la siguiente manera tan original:

  • Minuto: "Pars minuta prima", literalmente "Parte pequeña primera"
  • Segundo: "Pars minuta secunda", literalmente "Parte pequeña segunda"
Lo lógico hubiera sido acortar el nombre de la primera división, el minuto, a "Prima" (primero), y el de la segunda a "Secunda" (segundo). Pero no, al final el nombre por el que rompieron fue "Minuta" (pequeño) y "Secunda" (segundo). Esta falta de paralelismo en los nombre puede deberse que primero se introdujo el concepto de minuto y cuando este ya se había asentado se introdujo el de segundo.

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