Cuenta la historia que en 1923 antes de la final del torneo de Roland Garros se apostó con el capitán de su equipo (Pierre Gilou) una maleta de piel de cocodrilo si ganaba el partido. No ganó el partido, pero la prensa se hizo eco de la anécdota y el periodista del Daily Boston George Carens lo apodó "El Cocodrilo".
Pierre, contento con el apodo, fomentó aún más su uso y le pidió a su amigo Robert George que bordara un cocodrilo en el blazer que usaba antes de los partidos.
Otro de los requisitos en la vestimenta de los jugadores era el relativo a las prendas de juego. En la década de los veinte la indumentaria obligatoria para los jugadores era una camisa blanca con cuello. Esta camisa resultaba bastante incómoda para Pierre Lacoste y en colaboración con el experto en punto André Gillier perfeccionaron los primeros modelos y crearon el famoso algodón «Piqué», un tejido ligero, resistente y que permitía la transpiración. El nombre de la marca era el apellido del propio jugador "Lacoste" y el logotipo ya lo tenían: un cocodrilo.
La empresa que fundaron se llamaba "Chamise Lacoste" y se podrán imaginar por qué en Málaga se les llama Chemilacó a los polos Lacoste...
Resumiendo, el origen del cocodrilo fue una apuesta, pero si en lugar de una maleta de piel de cocodrilo se hubieran jugado una mariscada ¿el logo de la empresa sería una una langosta?
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