El origen de este café con espuma de leche no es italiano. A mi también me sorprendió: es austríaco.
Capuccino con libros |
Dicen que las ideas que triunfan son las que solucionan un problema y eso fue lo que sucedió con la invención del capuchino.
El 11 y 12 de septiembre de 1683 se libró la llamada batalla de Viena o Batalla de Kahlenberg, en la que el imperio otomano, el más grande reunido desde la época de Saladino, intentó conquistar Viena. Simplificando mucho el asunto, al final la victoria del Sacro Imperio Romano Germánico y la Mancomunidad de Polonia-Lituania (Liga Santa) frente el Imperio Otomano fue aplastante, obligando a estos últimos a huir, dejando atrás todo. Esto se puede constatar en los escritos del rey de Polonia: cartas del Rey Sobieski a su esposa
Nuestros eran tesoros de los que nunca habíamos oído hablar... tiendas, ovejas, cabras y no un pequeño número de camellos ... es una victoria como nadie ha conocido antes, el enemigo está completamente arruinado, todo perdido por ellos. Tuvieron que huir para salvar sus vidas... el general Starhemberg me ha abrazado y besado y me ha llamado su salvador.
Entre todas las cosas que dejaron atrás se encontraban unos sacos de café. Los vieneses prepararon el café pero para suavizar su sabor amargo lo mezclaron con nata de leche y miel. Cuando digo nata me refiero a la grasa de la leche, no a nata montada. Así, consiguieron una bebida de color marrón coronada con una fina capa blanca por encima.
Falta el detalle de como llegaron a llamarlo capuchino: por aquellas fechas, el emperador austríaco Leopoldo I tuvo como confidente al monje Marco d'Aviano, que fue el ideólogo de la defensa del cristianismo en Europa frente al avance otomano. Como ya habrás adivinado este monje era de la orden de los capuchinos, distinguibles por su hábito marrón y su capucha. La semejanza ya estaba servida. Otras fuentes indican que la fina capa blanca sobre el café con el borden en marrón podía recordar al rapado de la cabeza (tonsura) también característica de estos monjes.
Curiosamente, la primera vez que aparece escrita esta palabra lo hacen en Alemán. En 1790, Wilhelm Tissot escribió la receta para tomarse un exquisito “Kapuzinerkaffee” (Café capuchino), que no tenía nada que ver con el actual, dicho sea de paso.
En el 2003, el papa Juan Pablo II beatificó el "padre del capuchino"
¿Y por qué se les llama capuchinos a los monjes?
La orden de los capuchinos surgió como un reforma dentro de la orden franciscana y reclamaba una vuelta a los orígenes, volviendo a llevar los hábitos de color marrón y su capucha. Así el término capuchino hace referencia al capucha puntiaguda que llevaban.
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